El movimiento no cesa en la calle Real. Mientras en en Kirs están a punto de comenzar las obras de reforma para su reapertura en el mes de abril, su vecina de enfrente, la cafetería Vecchio, tiene los días contados.
Tras catorce años como referente de la principal arteria comercial de la ciudad, sus actuales inquilinos y la familia propietaria del bajo no han llegado a un acuerdo para renovar el contrato de arrendamiento, que expira en febrero, y la cafetería se despedirá en los últimos días de este mes.
Cambio de negocio > Al parecer, la decisión de los propietarios vendría impulsada por una suculenta oferta de una gran cadena de ropa según algunas fuentes, aunque otras apuntan a una franquicia de ópticas que estaría dispuesta a asumir el alquiler de uno de los locales más amplios y atractivos del centro urbano coruñés.
A este interés se sumaría según fuentes cercanas la poca predisposición que los propietarios han tenido siempre a que su local albergue negocios relacionados con la hostelería. El café Vecchio se hizo con el alquiler tras desaparecer el Banco Hispano-Suizo, cuya se central estaba en el mencionado local, en los números 74 y 76 de la calle Real.
Según algunas informaciones recabadas por esta Redacción, la espita que ha hecho saltar el desenlace del contrato de arrendamiento vendría dada por el interés de una cadena de moda extranjera por establecerse en la calle Real. Según estas fuentes, desde hace un tiempo representantes de esta firma se habrían interesado por varios de los bajos vacíos, entre ellos la esquina de La Barra, en Riego de Agua, o las dos plantas que hasta hace un año habían albergado el primer McDonalds de la ciudad. Este último local fue descartado al comprobar que la fachada del inmueble tiene protección y no se puede modificar para instalar ningún tipo de reclamo publicitario.
Fue entonces cuando recibieron la información de que el contrato del Vecchio estaba a punto de expirar y que sus propietarios estarían dispuestos a negociar con un nuevo arrendatario.
No obstante, no está confirmado que finalmente sea la cadena textil la que se haga con el bajo, ya que en algunos mentideros de la zona se ha barajado el nombre de una franquicia de ópticas como destinatario. Las generosas dimensiones del local no parecen, no obstante, las más adecuadas para un negocio de estas características.
El cierre del café Vecchio supondrá la pérdida de uno de los iconos de la calle Real, ya que en los casi tres lustros de existencia se había convertido en un punto de referencia para muchos ciudadanos.
La marca, propiedad de una familia coruñesa, ha iniciado en los últimos tiempos un plan de expansión con la apertura de sendos establecimientos en Espacio Coruña y Marineda City. Hasta el momento no ha trascendido si compensará este cierre con nuevos proyectos.